La medida ”Hora pico sin camiones” fue efectiva. Los $ 185 extra de peaje que deben pagar los camioneros para circular por las autopistas de acceso a la Ciudad en las horas pico sirvieron como disuasivo. La circulación de transporte pesado se redujo a más de la mitad. Pero hay un efecto que no fue calculado: los choferes evaden el pago del adicional esperando en la banquina antes de pasar el peaje, desde un rato antes de las 10 o de las 20, según en qué sentido circulen. Esto ocurre especialmente en la Panamericana, donde a la hora del regreso se forman largas filas de camiones detenidos.
A las 19.30 de un día de semana, Clarín verificó que en la banquina del ramal Pilar de la Panamericana, entre el km 20 y el 34 había 42 camiones detenidos. Sólo en el km 28, había una fila de diez. El último, casi sobre una curva, invadía parte del carril lento. En otros tramos, esta última situación se repetía: como las banquinas de este ramal son angostas, los camiones ocupaban parte de la calzada de circulación. Mientras, otros camioneros avanzaban a velocidad mínima, buscando dónde parar.
En el ramal hacia Campana, en los 10 kilómetros que separan al km 23 del primer peaje rumbo a Provincia, había otros 42 camiones parados. Diez estaban a metros de las cabinas de peaje. “Voy a esperar hasta las 20, porque no tengo los $ 215 que me quieren cobrar”, se quejó David, que esperaba al lado de su camión cerca de las 19. Para él esa hora de espera significó un ahorro de $ 190, porque el peaje en hora no pico baja a $ 25.
“Si la idea es que entren menos camiones a Capital, debieran contemplar que paguemos menos los que subimos a la Panamericana ya en Provincia –protestó Matías, un camionero que llevaba tubos para Siderar–. Y hacer un carril exclusivo para tránsito pesado. Yo vengo desde Don Torcuato y voy a Campana. Podría tomar la ruta 202 e ir por colectora, pero está muy rota y corro el riesgo de que se caiga la carga. Y para mí no es lo mismo viajar después de las 20, porque entre que descargan el camión y vuelvo, llego a mi casa a medianoche”.
“Los camioneros esperan en la banquina desde más de una hora antes de que termine la hora pico –confirma Jota Leonetti, periodista de Control de Tránsito–. Desde que la ciudad de Buenos Aires se sumó a la medida, en el Acceso Oeste pasa menos, porque los que vienen desde el centro tienen que haber pasado el peaje de la Perito Moreno. Pero en la Panamericana es habitual, sobre todo a la hora del regreso, porque los camiones salen del puerto y el primer peaje que se encuentran hacia Provincia es el de Pilar o el de Campana”.
La banquina es un espacio que debe quedar libre y es peligroso que esté ocupada por camiones. “Detenerse en la banquina está prohibido, a menos que sea por una emergencia –advierte Leonetti–. Ante un desperfecto mecánico en el auto, si hay camiones estacionados no tenés dónde resguardarte y quedás atravesado en el carril lento. O si alguien pierde el control de su vehículo, corre el riesgo de chocar con el costado de un camión y terminar debajo de él”.
El recargo a los camiones de $ 185 por sobre la tarifa de hora pico del peaje se aplica desde el 1° de febrero en las autopistas Panamericana, Riccheri y Acceso Oeste. A los camioneros que van hacia Capital se lo cobran en cada puesto de peaje que atraviesen de lunes a viernes de 7 a 10 y los domingos de 17 a 20, y a los que van a Provincia, de lunes a viernes de 17 a 20.
La medida fue tomada por el Gobierno nacional para agilizar la circulación de autos particulares en los horarios de ida o regreso del trabajo. Como los Gobiernos bonaerense y porteño se sumaron, también se cobran los $ 185 en las autopistas Buenos Aires-La Plata, 25 de Mayo y Perito Moreno. En la Illia, el recargo es de $ 65.
El 27 de enero, último día hábil previo a la medida, por la Panamericana, la Riccheri y el Acceso Oeste ingresaron 3.729 a Capital. “Los números recientes ya reflejan una reducción del 65% en la cantidad de camiones que circulan en las autopistas en hora pico –indica Leonetti–. Y hay un 82% menos de siniestros con camiones. La medida agiliza el tránsito. Sólo falta multar u obligar a circular a los que paran en la banquina”.