Citroën junto a CESVI invitaron a periodistas del sector automotriz y de tránsito a debatir sobre algunos cuestiones sobre Seguridad Vial que la gente “discute” muchas veces sin saber muy bien, como por ejemplo, si es posible engañar al alcoholímetro (lo cuál, adelantamos quedó experimentalmente demostrado que es imposible). Del encuentro también participaron trabajadores de asistencia vial de distintas autopistas y como era de esperarse se dieron algunos momentos álgidos en una discusión entre todos profesionales: los que trabajan en el día a día en las autopistas auxiliando siniestros, los técnicos con estadísticas en la mano y comunicadores con años de experiencia en sembrar la conciencia vial en una sociedad que no se deja regar mucho con estas ideas y que está convencida de que el problema es “el otro”.
Y “ese otro” también surgió en el debate: estuvieron los que hablaron de ideales de manejo como “lo que pasa es que los automovilistas deben respetar una distancia de seguimiento prudencial”, que rara vez se cumple y por eso suceden los siniestros; se le buscó la responsabilidad al Estado con preguntas de la talla de “¿Por qué no se invierte acá en detectores de niebla para alertar sobre la imposibilidad de circular por una autopista?”; y como un clásico también se le echó la culpa a la industria automotriz con “por ahorrarse 10 dólares en un foquito y un botón no le ponen antiniebla trasero a modelos que tienen todo el cableado preparado”. La gran mayoría de las aseveraciones estaban en lo cierto, pero la discusión sobre la claridad de las normas, el accionar o ausencia del Estado en el control, la falta de educación vial de los que hoy tienen un carnet o incluso la predilección de gadgets marketineros frente a dispositivos de seguridad del jefe de producto de una terminal para competir en el mercado no es algo que resuelva el problema. Y el problema es que la gente se sigue muriendo en las calles. Y detallo, cada vez más en las calles, avenidas y autopistas urbanas y no en las rutas. Porque la problemática vial es diaria y los medios (ni las empresas que bienaventuradas hacen campañas de RSE) no tienen que acordarse sólo cuando llegan las vacaciones. Lo venimos diciendo hace tiempo: la decisión más importante la tiene siempre quien lleva el volante, a cada instante.
Los comunicadores que trabajamos en torno a la seguridad vial, ya seamos periodistas de tránsito, o los colegas que saben mucho más de motores y novedades de la industria, no debemos dejar de apelar al sentido común de los conductores. No es nada extraño lo que hay que pregonar, es hacer entender que hay que prevalecer la vida, y dar conocimiento de las acciones –que aunque inocentes que parezcan- conllevan a un peligro vial que puede desencadenar en lesiones o muerte.
Algunos tips y frases que rescatamos de este enriquecedor encuentro:
“Al hablar de seguridad vial pongamos la vara a la altura de aquella persona a la que le dieron el registro sólo por saber estacionar y arrancar en pendiente”
“El carril rápido de una autopista es para transitar a la velocidad máxima permitida, pero si un vehículo nos hace guiño de luces, sin importar que vaya en infracción, lo mejor es cederle el paso sin comprometer en nuestra maniobra a otros automovilistas”
“Dado que existe una gran confusión acerca de la forma correcta de señalizar la posibilidad de sobrepaso en una ruta de doble mano, lo mejor es no realizar la maniobra hasta comprobar por nuestros medios que se puede realizar de manera segura”
“Pese a que nuevos modelos vienen con un sistema de luz diurna de encendido automático, estas luces no reemplazan a las luces bajas que es obligatorio llevar encendidas en rutas y autopistas a toda hora”
“Ante la situación de un posible choque frontal por un sobrepaso mal realizado, cada conductor debe resguardar la derecha, incluso aquel que circulaba de forma correcta, debe descender la velocidad y lanzarse a la banquina, de ser necesario, anticipando la maniobra con la luz de giro derecha”
Y finalmente, el tema que mayor revuelo armó: Con niebla ¿hay que encender las balizas? Luego de participar del debate y tomando el mix de críticas, experiencias y normativa, insistiremos en que la recomendación es no transitar con las balizas encendidas, excepto que nos encontremos en una situación en la que hemos ingresado repentinamente en un espeso banco de niebla muy cerrada que no nos permite ver más de 10 metros. Ante esta emergencia, sin clavar frenos pero descendiendo la velocidad al mínimo, será primordial dar a conocer nuestra ubicación a los vehículos que están por detrás. Pero no hay que confundir ésto con transitar de manera automática con la luz intermitente, ya que la misma tiene como lectura detención o emergencia. En definitiva, nuevamente, hay que llamar a la cordura del que conduce, no convertir a una autopista con algo de neblina en un arbolito de navidad con autos circulando a 80 km/h.
Dejemos de exigir y esperar cosas del otro, un transitar más tranquilo y seguro lo construímos cada uno con buenas actitudes.