Cuando uno hoy habla de seguros, inmediatamente se le viene a la cabeza el seguro contra terceros obligatorio del auto, que lamentablemente 2 de cada 10 automovilistas no cumplen, y a muchos otros también aquel momento postcolisión en el que lamentaron no contratar el «todo riesgo» (para mí, uno de los fundamentales con el desordenado tránsito porteño).
Pero las compañías aseguradoras en el mundo se iniciaron no con autos, sino con barcos. Así fue con la Lloyd´s Register, la más antigua calificadora de riesgo que surgió del mismo café londinense donde se juntaban a charlar los empresarios mercantes del S.XVIII, propiedad de Edward Lloyd, de donde también surgió el famoso Lloyd´s Bank. Y así también fue en Argentina, como una de las primeras -pero algo retrasadas- medidas de los hombres de Mayo.
El Día del Seguro, se celebra cada 21 de octubre desde 1944, pero recuerda la primera iniciativa gubernamental de crear un Banco de descuentos y una Compañía de Seguros Marítimos en 1811. El proyecto fue atribuido a Bernardino Rivadavia, por entonces secretario del Primer Triunvirato, aunque muchos historiadores le atribuyen a Manuel Belgrano las ideas fundantes de la iniciativa.
La gran mayoría de las compañías aseguradoras le brindan asueto a sus empleados, con lo que es la mejor excusa para hoy no chocar con el auto.