Ayer me tocó transitar la Panamericana en la madrugada. No se veía nada por los intensos bancos de niebla. La visibilidad no superaba los 10 metros. Había quienes, osados, sin reducir la velocidad creían que con poner las balizas (algo no recomendable) era suficiente. Lamentablemente hubo varios accidentes, incluso fatales en la Aut. Ezeiza-Cañuelas. Desde hace un par de meses el gobierno tomó la acertada decisión de darle a Gendarmería Nacional la responsabilidad de escoltar a los vehículos en caravana en diversas autopistas y rutas nacionales cuando se ve comprometida la visibilidad. ¿Pero por qué no comenzar desde el comienzo? Sería más que interesante que debido a los cambios climáticos que se registran, con repetidas madrugadas cerradas por bruma y neblinas, que las automotrices incorporen como equipamiento básico los faros antinieblas. Es inentendible por qué en Argentina, donde mueren 22 personas por día debido a accidentes de tránsito, elementos de seguridad como estos faros y airbags sean opcionales.