Si bien la primera bicicleta llegó a China en 1896 como regalo de un funcionario norteamericano e inicialmente era un distintivo de las clases superiores, con la fundación de la República Popular en 1949, pasó a formar parte de la vida de la gente común hasta volverse en quizás el medio de transporte más característico. Pero eso está cambiando.
Se calcula que en el país hay más de 540 millones, o sea una por cada tres habitantes. Son realmente económicas -China produce 70 millones de bicicletas al año, de los exporta 50 millones- y se pueden conseguir entre 100 yuanes (unos 13 dólares) a 1000 yuanes (130 dólares). Pero con la mejora del nivel de vida, el acceso a un automóvil urbano y económico es más fácil: hay 4,3 millones de coches en Beijing, se suman mil nuevos por día. y cada vez son menos los que llegan al centro de la ciudad pedaleando sobre dos ruedas. La causa, el terrible tránsito.
Entre los males están las bicis eléctricas -ya hay 60 millones- circulando a mayor velocidad y coches particulares y taxis entrometiéndose en las ciclovías para subir y bajar pasajeros o mercadería.
Un encuesta publicada por el Centro de Investigaciones del Transporte de Beijing indica que el 40% de los ciclistas dijeron estar insatisfechos con las condiciones de los caminos, mientras que muchos otros han renunciado ya a su bicicleta temiendo por su seguridad, ya que las estadísticas informan que en 2008, 712 ciclistas resultaron muertos y otros 3.114 lesionados en siniestros viales.
Desafortunadamente, la solución preferida en muchas ciudades ha sido estrechar, o inclusos quitar, los carriles de bicicleta de los caminos, para hacer sitio al creciente tráfico automotor. En algunas áreas los carriles se han subido a las aceras y apenas miden 1 metro de ancho, lo que deja poco sitio para maniobrar, y en los nuevos diseños de autopistas urbanas y carreteras principales ya no se incluyen espacios para ciclistas.