El ejecutivo porteño, desde el Ministerio de Justicia y Seguridad, envía a la Legislatura un proyecto de ley que unificará el límite en calles y avenidas a 40 km/h para colectivos, camiones y micros escolares a 40 km/h y en las vías rápidas, como Cantilo, Lugones y las autopistas, el límite se establecerá en 80 km/h.
Por favor, basta de nuevas leyes que son puro título. Hay que incrementar los controles y hacer efectivas las penas a choferes y empresas transportistas.
Es realmente inentendible cómo la misma administración que propone un Plan de Movilidad Sustentable apostando al transporte público, creando carriles exclusivos, instaurando contracarriles en avenidas, trasladando a los colectivos a las avenidas para que justamente circulen con mayor fluidez y velocidad, ahora propone retrasar a los colectivos. La propuesta es como gritarle a la gente «¡Venite al centro en auto que vas más rapido que en bondi!».
Grave, gravísimo error de coordinación entre áreas. Otra consecuencia de que multas y tránsito no dependan del mismo Ministerio. Para evitar estos papelones, es preciso que las direcciones generales de Seguridad Vial, Licencias y Cuerpo de agentes de Control de Tránsito, trabajen en conjunto con la SubSecretaría de Transporte. Y atentos a las 87 víctimas viales que se suman en el año en la Ciudad, creo que es imperante crear un Ministerio de Seguridad Vial y Transporte.
