La petrolera concentra más de la mitad de la demanda y después de 4 meses de congelamiento -por la resolución 295 de Guillermo Moreno, que fijaba los precios al 31 de Julio- aplicó un incremento del 5% en naftas y gasoil.
La nafta súper pasó a costar $ 3,926; la N-Premium (ex Fangio XXI) $ 4,769; el gasoil 3,339 y el gasoil premium $ 4,319. Teniendo en cuenta la fuertes subas que hubo en la primera mitad del año, el aumento con respecto a diciembre 2009 ya alcanza el 25,6% en el gasoil y el 35,5% en la nafta premium.
La justificación es el mayor costo que implica el corte al 7% con biocombustible que se debe incorporar a las naftas. Lo cierto es que no pasará del finde -a pesar de que sigue vigente la 295- para que Esso, Shell y Petrobras retoquen valores en el surtidor.
El incremento puede contribuir a que disminuyan los faltantes de súper, ya que según indicó Rosario Sica, presidenta de la Federación de Empresarios de Combustibles (Fecra), las petroleras estaban refinando lo mínimo porque perdían plata. Si pueden aumentar los precios, hasta se podría importar sin perder plata y así no va a faltar combustible.
Sin embargo, paralelamente continúa el conflicto petrolero en la Patagonia -está tomada por un conflicto gremial la terminal de carga de buques- y no llega crudo a las refinerías. Desde Esso aseguraron que su stock es para 14 días de producción, pero el traslado del crudo desde la cuenca del golfo San Jorge hasta la refinería tarda 11 días, con lo que se está a sólo tres días de que se rompa la cadena de abastecimiento.