Todavía me pregunto cómo se llegó de un siniestro vial totalmente repudiable, pero con total responsabilidad de un privado, a un paro de empleados del peaje que ya lleva tres días con barreras levantadas y un alto perjuicio económico para las Autopistas Urbanas, en definitiva, las arcas de la Ciudad, o sea los bolsillos de los porteños.
El viernes cerca del mediodía un motociclista en clara infracción y desprecio por las normas de tránsito intentó «colarse» entre los coches y pasar el peaje de Pque.Chacabuco de la Au.Perito Moreno sin pagar. Sorteando al vehículo que estaba detenido en la cabina para abonar, no advirtió el cruce peatonal de una empleada y la embistió violentamente. La cajera sufrió serias lesiones y aun se encontraba internada.
Según la empresa, un acontecimiento de esta naturaleza no ocurría hace más de 22 años, aunque reconoce que en las autopistas hay motociclistas que buscan evitar el pago de peaje con maniobras indebidas y peligrosas, y se encuentra analizando medidas más estrictas que complementen las existentes para lograr elevar aún mayor seguridad.
El lamentable hecho ha sido tomado por el SEC, que es el gremio que representa a los empleados, y facciones contrarias alineadas con el Sindicato de Peajistas de Moyano, como una excusa para demostrar quién tiene más poder contra la empresa.
Mantener los peajes liberados, puede parecer un «beneficio» para el usuario, pero se trata de un grave riesgo vial, ya que al no haber un tamiz que regule y demore el reingreso de los coches a una traza que se achica a los pocos metros, puede generarse un efecto embudo con colisiones y congestionamientos, que en definitiva significará mayor gasto de combustible (y ahí es donde todos los usuarios pierden cualquier «ahorro» del peaje).
Cualquier excusa sirve para el conflicto gremial
Recomendamos traspasar la líneas de peaje a 20 km/h y circular con máxima precaución atendiendo las maniobras de los coches que nos rodeen por ambos costados cuando se reacomode el tránsito en los carriles habituales.