Reitero mi posición: con alcohol en sangre o bajo el efecto de estupefacientes o algunos medicamentos recetados, las reacciones al volante son más lentas y se vuelve peligroso conducir para nosotros y para los demás. Es muy buena iniciativa la del gobierno porteño, que desde la semana entrante comenzará a realizar por las noches y madrugadas con conjunto con los habituales controles de alcoholemia, nuevos test de saliva y de dilatación de pupila para detectar el consumo de drogas al volante. La discusión es muy amplia acerca de qué pasará con aquellas personas que bajo tratamiento médico están ingiriendo sustancias que detectan los controles. No se han expedido orgánicamente los médicos si extenderán o no certificados de tratamiento, pero hay que tener en cuenta que los controles se llevarán a cabo en 2 de los 24 puestos que se despliegan en zonas cercanas a boliches y estará en el juicio de los agentes llevar adelante o no el procedimiento antidrogas.
