Lo plantean en un proyecto legisladores ecosocialistas de Barcelona. Con el objetivo de bajar el nivel de ruidos, quieren limitar a 60 la velocidad en algunos tramos de la autopista que rodea la ciudad (llamadas allí rondas). Ya en 2006 habían aplicado el Plan 80, en respuesta a los altos índices de contaminación. Bajando la velocidad de 120 a 80 kilómetros por hora, las emisiones de óxidos de nitrógeno se redujeron entre un 27% y un 50%, según la cilindrada del vehículo. En cuanto a las inmisiones (la concentración de esos mismos gases en la atmósfera), se produjo una reducción del 18% de los óxidos de nitrógeno y del 9% de las partículas.
Ahora la reducción a 60 de la velocidad, podría suponer un descenso de entre dos y cuatro decibelios, o sea más de 20 veces menos ruido. Esta medida ya genera duras críticas entre los vecinos y organizaciones de transporte y comercio. Pero el plan está acompañado de importantes inversiones en infraestructura: emplearán ocho millones de euros en pavimentación sonorreductora, 600 mil euros en programas de insonorización de viviendas y 480 mil euros en campañas de concientización.
En España quieren autopistas más lentas por el ruido
Mientras tanto en Argentina, no se controlan los niveles de emisión de gases y ruido ni del transporte público.