Es lo que sugiere una encuesta realizada en el AMBA, por la Cámara que nuclea a las empresas productoras de software vial: 6 de cada 10 personas (65%) contestaron que considera que aumentó el nivel de agresión en el tránsito. Para el 23.6%, los conductores mantienen las mismas conductas y sólo el 8% sostuvo que bajó la violencia vial.
“La ansiedad y agresividad postpandemia debe alertarnos y darnos el impulso para continuar concientizando a la sociedad en materia vial. Un tránsito seguro se logra con peatones y conductores atentos, responsables y respetuosos»vocero de CECAITRA, Facundo Jaime.
¡¿Y yo, qué?!
El sondeo también quiso conocer la autopercepción sobre la agresividad al conducir. Cuando se le preguntó a los conductores si cree haber cambiado algo su estilo de manejo, 6 de cada 10 (56.3%) contestaron tener las mismas conductas; un 28.1% expresó poseer menos conductas agresivas; y sólo el 10.7% -compuesto principalmente de mujeres jóvenes- reconoció tener una conducción más violenta que antes de la Pandemia.
Esta visión negativa del otro y positiva de uno mismo, se repite en cada sondeo que se realizó. Los datos nos muestran que se es crítico con los demás conductores, que se ven los errores en el resto de los conductores, pero no se logra ser capaz de reflexionar o autocriticarse, admitiendo los errores propios al conducir, que seguramente sucedan en la mayoría de los casos y en la misma proporción que los ajenos.