Según un estudio de la Dirección General de Tráfico de España, entre los años 2005 y 2007, los siniestros graves con coches particulares o camiones pesados mantienen una tendencia decreciente, pero los siniestros graves en los que se ven involucrados utilitarios (que ellos llaman furgonetas) o autobuses cambian de tendencia y experimentan un ligero incremento.
Entre las infracciones se destacan la de no tener efectuada la inspección técnica del vehículo y carecer de licencia de conducir adecuada. De este modo, el 12% de las furgonetas implicadas en accidentes mortales interurbanos presenta la VTV caducada, incluso las pertenecientes a empresas.
En la mitad de los accidentes mortales, el conductor del utilitario es responsable y la causa más frecuente es la distracción, siguiéndole el exceso de velocidad y la somnolencia. Los accidentes mortales se concentran en mayor medida de lunes a viernes y el 79% de las empresas vinculadas al vehículo son PYMES. Sin embargo, en la mitad de los casos se desplazaban por motivos no laborales, y el tipo de utilitario más frecuentemente implicado es el que derivada de modelos particulares como coches mixtos adaptables. También se aprecia claramente mayores niveles de lesividad entre los ocupantes de los vehículos contrarios que entre los de los propios utilitarios.
Lo cierto es en los utilitarios el estilo de conducción se aproxima más al de un coche particular que al de un camión, pero los dispositivos de seguridad activa están todavía poco extendidos como equipamiento básico; y el conductor no siempre toma en cuenta que el peso total del vehículo es 2 ó 3 veces más elevado que el de un particular y ante situaciones inesperadas como maniobras bruscas estos vehículos resultan más inestables ya que el centro de gravedad es más elevado y tienden más fácil al vuelco.
Ante estos resultados, las autoridades españolas estudian endurecer los controles para los utilitarios como se ha hecho con los camiones de gran porte.