Finalmente el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires se animó a meterse en un tema tan poco reglamentado e informal como los motodelivery. Dispuso esta semana que las empresas y comercios que brinden servicios de mensajería o entregas a domicilio, deberán proveer al personal que realice estas tareas de un chaleco reflectante con la identificación de la patente de la moto que utilicen.
Deberá ser de color amarillo fluorescente, con dos bandas reflectantes ubicadas en la parte anterior y posterior del mismo. En caso de no usar chaleco reflectante, podrán deberán vestir prendas con bandas reflectantes o material combinado, que presente las propiedades técnicas, de reflectividad y fluorescencia. Hasta los primeros días de marzo, habrá tiempo para implementar la nueva norma.
En la Ciudad de Buenos Aires no es obligatorio el chaleco de color amarillo, pero sí está vigente una resolución por la que los empleadores tienen que proveer a sus empleados cascos y vetimenta con cintas reflectantes y con el nombre de la empresa y el teléfono.
¿Cuánto cuesta el chaleco? A precio mayorista (mínimo 10 chalecos) el costo del chaleco básico no supera los 10 pesos más iva, pero en locales y en forma unitaria el precio ronda los 25 pesos y puede aumentar por la demanda futura. Fabián Sotelo de Indumentaria Zonda señala que hay que estar atento a la calidad de las cintas reflectarias, porque existen las que con el agua y el sol van despintándose y pierden fuerza lumínica. Como siempre, se iniciará un mercado de «lo más barato», pero de baja calidad que va en detrimento de la seguridad.
Por su parte, un grupo de motociclistas de La Plata en desacuerdo con las medidas (www.noaloschalecos.com.ar) están convocando a una caravana de protesta el domingo 31/1 a las 15hs, partiendo desde la Municipalidad de la Plata.
En la normativa provincial hay un punto que es muy discutible: la obligatoriedad de identificar los chalecos con el número de patente de la moto. Por suerte, se desestimó llevar la identificación sobre el casco, que atentaba contra la seguridad de los motociclistas, ya que el casco que es un elemento de seguridad personal (con un talle preciso para cada usuario) hubiese estado sujeto al vehículo y no al posible empleado-conductor. De todas formas, muchos motoqueros creen que ponerles chalecos sería «marcarlos». Por mi parte, considero que más que «marcarlos» es preciso por su seguridad «verlos» en las calles mal iluminadas del conurbano. Pero sin dudas, este es sólo un punto en una larguísima lista de irregularidades a controlar por los motodelivery.