Por supuesto que es sorprendente cuando una nueva tecnología, de esas que parecen aún mágicas, como que el auto estacione solo, aparece en algún modelo del mercado argentino. Pero nos pone mucho más contentos cuando los gadgets de seguridad y confort se empiezan a extender en toda la gama y salta a otros modelos.
El caso del ESP es más que importante, porque es un sistema electrónico que brinda estabilidad al vehículo y corrige las macanas que el conductor se puede mandar con volantazos desproporcionados. Ford renovó el Focus y lo cierto es que quien lo mire por fuera no le encontrará grandes diferencias con el modelo que ya había adoptado el estilo de kinetic design apenas el año pasado.
El único cambio apreciable en el exterior también tiene que ver con la seguridad y es que toda la gama ahora trae luces diurnas (DLR) con una banda led tipo ceja por arriba de la óptica principal.
Pero el cambio más importante no se ve y es que los sistemas de seguridad activa que antes eran exclusivos de la versión tope Titanium: controles de estabilidad, tracción, de torque en curvas y el asistente de arranque en pendientes ahora los trae el modelo S, con el que arranca la gama del Focus (con un precio actual de 335 mil pesos).
Como siempre decimos, una conectividad fácil de usar brinda también mayor seguridad. Con el nuevo sistema multimedia Sync3, una versión incluso mejorada a la que traía el Titanium con una pantalla multitouch más rápida, o mismo con la compatibilidad incorporada de las app MirrorLink (para Android) y CarPlay (para los iphone), el conductor ya no necesita agarrar el celular al conducir, ya que el auto nos lee los mensajes del whatsapp, toma la música de nuestra cuenta de Spotify y hasta le podemos preguntar a viva voz dónde queda la estación de servicio más cercana para que nos devuelva la ruta de cómo llegar en el GPS.
Claro que la versión top, el Focus Titanium ($478 mil), se reserva, entre otros chiches, el sistema de estacionamiento asistido en paralelo y de cola, los 6 ajustes eléctricos para la posición de la butaca, un equipo de audio y 9 parlantes Sony y el importantísimo sistema de frenado automático, que reduce y hasta detiene al vehículo cuando circula a menos de 50 km/h para evitar colisiones y atropellos, un item que ojalá se extienda rápidamente.
Lo que hay que destacar es que en Ford priorizaron la seguridad, ante el acceso techie de conectividad, que también se ha «democratizado», como dicen ellos, porque se incorpora desde el modelo SE (a partir de $389 mil).