Es realmente inentendible. Todo el tiempo está la queja de las demoras que generan las barreras. Sin embargo, cuando desde el ejecutivo porteño se encara un plan de obras que podría cambiar y mejorar la circulación de los autos en los barrios de Coghlan, Agronomía, Núñez, Villa del Parque, Villa Devoto, Villa Urquiza, Villa Pueyrredón y Saavedra, comerciantes celosos de sus ventas y legisladores opositores oportunistas salen a protestar. Obras que no se detienen Ante el cierre de Monroe, que durará hasta fines de agosto, se han abierto dos pasos provisorios sobre las vías del ferrocarril en Av. Melián y en la calle Plaza, a fin de dar alternativas a los automovilistas. Al tránsito que viene de Monroe, sentido Este – Oeste, se lo desviará por Av. Balbín y luego por Ugarte (que entre Balbín y Conde será mano única en sentido al Oeste y entre Conde y Melián será doble mano). Para permitir doblar a la izquierda en Balbín y Ugarte, se emplazará allí un giro. Así, el tránsito que se desvíe por Ugarte podrá retornar a Monroe por el paso provisorio de la calle Plaza o continuar por Nahuel Huapi. Por último, ante el cierre de Manuela Pedraza, que durará hasta principio de julio, se aconseja cruzar las vías por Av. Congreso.
Y lo peor es que la justicia porteña, en voz del magistrado Vicente Cataldo, hace lugar a una medida precautelar y frena la construcción de 15 pasos bajo nivel conocidos como «sapitos”, ya que son túneles bajos de una sola mano en las calles secundarias aptos para tránsito particular.
La ridícula queja es que los «sapitos» no eliminan las barreras y exigen que se reemplacen los cruces ferroviarios en las avenidas. Lo que estos «vecinos» no entienden o no quieren entender es que abrir estos nuevos pasos dispersaría el tránsito particular hacia nuevas calles internas dejando las avenidas y cruces actuales para los colectivos. Ah! quizás es que tienen temor y envidia a perder clientela.
Lo que seguro no tienen es memoria: ¿qué pasó con los comercios que fundieron y los locales que quedaron abandonados durante todos los años que se construyó el Viaducto Carranza?. O les hace falta una clase de física: ¿por dónde van a derivar el tránsito si cierran los pasos a nivel de avenidas sin tener cruces alternativos?
Además de los peligros que implica un cruce a nivel, dada la irresponsabilidad de los porteños al conducir -la mayor parte de los siniestros suceden por cruzar imprudentemente con las barreras en baja-, la existencia de los mismos no permite aumentar las frecuencias de los trenes, porque eso obligaría a tener las barreras bajas mucho más tiempo y trabaría el tránsito.
La medida no alcanza a dos túneles que ya están en obra y que desde el lunes 3 de enero generarán el corte total del tránsito hasta bien pasada mitad de año. Son los pasos a nivel de Av. Monroe en su cruce con el tren Mitre Ramal Suárez y B.Mitre (a metros del Htal.Pirovano) y el de Manuela Pedraza en su cruce con el tren Mitre Ramal Tigre (e/Cabildo y Libertador).
Debido a que Ugarte, entre Melián y Conde será doble mano, la Dirección General de Tránsito prohibirá el estacionamiento sobre dicha calle.
En cuanto al tránsito que circula por Av. Olazábal, sentido Oeste – Este, que tomaba Rómulo Naón para cruzar las barreras por Monroe, podrá hacerlo por el paso provisorio abierto en Melián y tomar la Av. Monroe, para continuar su ruta.
Por último, el tránsito que se retira del Hospital Pirovano en sentido Este – Oeste, podrá hacerlo por la calle Washington, la que continuará habilitada durante la obra.