La llevará adelante Guillermo Alvarez, hermano de Marcos quien fue atropellado hace un año en Plottier, Neuquén, mientras que el automovilista que lo embistió sigue conduciendo. Desde las 15 frente al Congreso, este dolido familiar de una de las tantas víctimas fatales de siniestros viales, iniciará la protesta, luego de caminar desde la provincia patagónica, para que algún legislador nacional lo escuche y tomo conciencia de que los siniestros de tránsito son la causa Nº 1 de muertes en nuestro país.
Si bien la legislación a nivel nacional se ha modificado y mejorado muchísimo, en conjunto con la creación de la ANSV, aún resta que cambiemos nosotros la forma de conducir. Sólo este fin de semana fueron noticia: un joven murió atropellado en la Av.Figueroa Alcorta y La Pampa (ciudad de Bs As), un colectivo se subió a la vereda y le quitó la vida a una chiquita de 3 años y dejó a su mamá en terapia (Pontevedra, Bs As), murió la Intendente de San Martín de los Andes en un hecho vial, en ruta 32 km 136,500 volcó un auto y falleció su conductor en un siniestro en el que habría participado un micro que se dió a la fuga, en Florencio Varella un muchacho alcoholizado atropelló y mató a dos jóvenes, y penosamente otros tantos hechos más que destruyen vidas y familias.
Lamentablemente, además, en el caso de Florencio Varela en el que perdieron la vida Karen Rios (15 años) y Miguel Romero (18 años), el Oficial Principal de la Comisaria 3a, brindó al conductor el derecho (legal) a no someterse a un control de alcoholemia, pero no lo detuvo presumiendo intoxicación (como permite la ley), ni por la no posesión de carnet habilitante ni cédula verde o azul a su nombre, e incluso lo dejó retirar del coche botellas y otros objetos personales.
Las Madres del Dolor, que acompañarán a Alvarez en la huelga de hambre, exigen una ley más férrea, elevando las penas por homicidio culposo de 5 a 7 años, más un año adicional considerando la fuga agravante en la pena. Además, exigen que, tal como ocurre en al Ciudad de Buenos Aires, exista una retención automática de la licencia de conducir a nivel nacional cuando se producen víctimas fatales por atropello.