Me pongo kirchnerista y le echo la culpa al campo. Si bien, ya comenzó la cosecha de soja en la provincia de Buenos Aires y el sur de las provincias de Santa Fe y Córdoba, se espera que en unos 10 días se levante el grueso de las provincias del Norte. ¿Qué significa esto? Más peligro en las rutas: movimiento de maquinaria que no está diseñada para circular por la vía pública, convoys de camiones con doble acoplado circulando a baja velocidad y estacionamiento en doble y triple fila en los puertos. Se estima que las rutas nacionales más afectadas serán la 9 y la 11, que los transportistas utilizan para bajar de las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero y norte de Córdoba hasta el puerto de Rosario, y desde allí por supuesto, la Aut. Buenos Aires-Rosario para acceder a los puertos de la provincia de Buenos Aires. Ya desde hace varios días se vive una situación extremadamente peligrosa con una doble fila de camiones que espera en las noches y madrugadas sobre la Aut. Santa Fe-Rosario para acceder al puerto rosarino y desde la provincia estudian declarar la emergencia vial para esta vía y caminos aledaños.
La soja, el gasoil y el tránsito
Y más allá de que cualquier época de cosecha genera un movimiento extraordinario, la cantidad de hectáreas de soja convoca un movimiento aún mayor, con un consumo mucho más grande y posible faltante de gasoil en el interior del país.
Además, la soja esconde un peligro vial muy importante: los pequeños granos van cayendo del camión y son aplastados por el paso de los vehículos. Al ser una oleaginosa, las semillas al reventarse despiden un aceite que va impregnándose en el asfalto y vuelve la calzada resbaladiza tal como si fuese un día de lluvia, pero casi sin poder percibirlo, por lo que se recomienda máxima precaución al circular.