Hace ya un tiempo conté la experiencia de por varios km en la Ruta Nacional 14 no encontrar una estación de servicio que vendiese foquitos para los faros alta/baja del auto. Desde entonces, llevo siempre uno de repuesto en la guantera, pero no tengo dudas de que ya algún legislador bienaventurado o bien la misma Agencia Nacional de Seguridad VIal (ANSV) podría dictaminar una normativa que obligue a las estaciones de servicio a comercializar lamparitas y fusibles básicos para un recambio seguro.
Hoy nos llegó la triste noticia de que en la madrugada en Chivilcoy falleció un bebé, un chiquito de 2 años y su madre en un impacto entre un utilitario, Volskswagen Gol y un viejo Renault 4 sin luces en la ruta 30 y Ruta 5. El siniestro se habría desencadenado a raíz de la falta de luces del viejo coche. Pero las luces quemadas no son un problema sólo de autos mal mantenidos, basta con estar unos minutos en cualquier autopista o ruta para ver unos cuantos «tuertos» de todas las gamas y modelos. Y más allá de la clara negligencia del conductor del vehículo, se demuestra el nulo control de los móviles de la ANSV, Gendarmería, policía y agentes de tránsito municipales.
Un foquito quemado es lo más fácil de ver! No pueden seguir haciéndose los distraídos. Nadie va a querer pagar una multa por un foquito que sale de 20 a 40 pesos.
La propuesta para los municipios chicos, como se hizo alguna vez con la falta de casco en las motos, que cuando pagabas la multa y retirabas la moto secuestrada te daban un casco, sería que el mismo agente de tránsito municipal que hace la multa, en estos casos en el mismo momento brinde el foquito de recambio. Reemplazarlo no demora más de 10 minutos y ver y dejarse ver, salva vidas.