Antenoche, cerca de las 23 le avisé a la empleada que me atendió en el peaje del ramal Campana de Panamericana, que a tan sólo 500 metros antes de llegar a las cabinas viniendo desde capital había un perro muerto en la línea que divide el carril rápido de la banquina. Hoy, pasado el mediodía, me sorprendí al ver todavía al cuerpo del animal allí tirado. A los pocos kilómetros, a la altura de Centro Médico Talar, sentido a capital, otro pichicho aún vivo, merodeaba la banquina izquierda. ¿Qué hacer? denunciarlo al Centro de Atención al Cliente de AUSOL, 0800-999-9SOL (765). Una vez advertida de la presencia de obstáculos (inanimados o vivos), la concesionaria está obligada a liberar la calzada y se convierte en responsable de los incidentes que puedan ocurrir.