Muchas veces se dice que el problema del tránsito en Buenos Aires es por la enorme cantidad de coches circulando, y si bien es cierto que está colapsada la red vial, la verdad es que los argentinos somos unos maleducados irrespetuosos de las normas. Como ejemplo, lo que sucede en San Miguel de Tucumán, un ciudad importante del interior pero 100 veces más pequeña que Buenos Aires: si se aplicara el sistema de scoring, un tercio de los conductores, cerca de 150.000, habría perdido créditos de su carnet de manejo.
Durante 2009, se labraron 54.109 actas por incumplimiento de las normas. Por día, los inspectores sancionaron a 150 conductores. La mayoría de las multas fue aplicada a quienes estacionaron en doble fila, sin embargo las faltas consideradas graves por el Código de Tránsito aparecieron entre las más cometidas: a diario 22 conductores fueron sancionados porque pasaron semáforos en rojo y otros 16 debieron ir al Tribunal de Faltas porque hablaban por celular mientras estaban manejando. En comparación con las infracciones anotadas cinco años atrás, las sanciones se incrementaron casi un 95 %.
El carnet por puntos aún no tiene fecha de entrada en vigencia en la provincia, pero Ramiro Gutiérrez, secretario de Transporte provincial, indicó que ya están haciendo un relevamiento de todos los municipios para determinar qué capacidad tiene cada centro emisor de licencias, más de 2500, de aplicar la nueva normativa: «hay que verificar si cuentan con recursos informáticos, con medidas de seguridad, y si hacen cursos para el otorgamiento de permisos», describió. Mientras tanto, se está aplicando el retiro de licencias en caso de infracciones graves: conductores alcoholizados y motociclistas que no llevan puesto el casco.