Tal como ofrece la ilegal UBER, con la app oficial se podrá pedir un taxi desde el smartphone y pagar con tarjeta de crédito asociada a nuestro perfil de usuario. Además, se anticipan los datos del conductor y el vehículo con seguimiento en tiempo real para saber cuánto hay que esperarlo. Además, permitirá tras el viaje calificar el servicio.
Lo más importante es que la app y el servicio no tendrá ningún costo adicional para los usuarios ni tampoco para choferes que se registren en el sistema. Los valores de bajada de bandera y ficha no se reducirán y quizás ésta sea el argumento de competencia de la app UBER.
Más atención y menos paseo
La Ciudad de Buenos Aires tiene una total de 38 mil taxis. Normalmente se resalta sólo la comodidad para los pasajeros que ofrecen este tipo de aplicaciones. Pero del otro lado, está la tecnología que asigna el viaje al chofer. Los conductores ya no tienen que pelear por los viajes, como ocurría en los viejos radio taxis, sino que la oferta de buscar al pasajero les llega a su celular de forma segura y encriptada sólo cuando son la opción más accesible (teniendo en cuenta su posición real). Esto reduce la ansiedad (y frustración) al chofer, el apuro por llegar y no hacer esperar al pasajero. Incluso reducirá los paseos buscando levantar un viaje de la calle, por lo que el consumo de combustible (y su consiguiente contaminación) será también menor.
En octubre comenzará a funcionar y se estima que en un inicio 20 mail taxistas utilicen el sistema, que al lanzarse estará disponible sólo para dispositivos Android y unas semanas más tarde para los usuarios de iPhone.
