En Rumania, como en tantos otros lugares del mundo, existe el problema del alcohol al volante. Para concientizar a los jóvenes que en estado de embriaguez no se puede conducir, a pedido del ayuntamiento de Bucarest, una agencia armó una campaña muy singular y divertida en los baños de los bares de moda.
Un par de sticker en los mingitorios invitan a los jovenes a «conducir rectos» al momento de orinar. Sin lugar a dudas, una forma de devolver a la realidad a las personas con síntomas de embriaguez, las cuales con este simple reto pueden darse cuenta de las capacidades perdidas por culpa de unas copas de más.