Tal como había sucedido por primera vez en Semana Santa, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) en un regreso con un caudal extraordinario proveniente de la Ruta 2, que ha superado los 2800 vehículos por hora, habilita sólo 3 de las 12 cabinas del peaje de Hudson sentido a la capital.
La decisión parecería ilógica, pero el sistema de encauzamiento que obliga al tránsito a continuar en sólo tres carriles y atravesar el peaje sin detenerse es en pos de una mayor seguridad vial. El no permitir la dispersión del tránsito en 12 cabinas/carriles y el posterior efecto embudo, genera una marcha lenta (de 40 a 60 km/h) pero sin mayores detenimientos.
Si no se estuviese aplicado este sistema, los 8 km de marcha lenta para llegar desde la Rotonda Gutierrez (conocida también como la Rotonda de Alpargatas) hasta la traza troncal de la autopista rumbo a Dock Sud, se habrían convertido en más de 20 km de congestionamiento y tránsito frenado.
Es que el evitado efecto embudo generaba pequeños siniestros sin heridos graves, pero que producía demoras de más de 2 horas en el tramo final del viaje de regreso.