Sorprendidos por los recientes 4 fallecidos y con el cuidado de no largar frases de antaño como «que te parta un rayo!», vale aclarar que un lugar seguro ante una tormenta eléctrica es nuestro auto.
Los neumáticos (de goma no conductora) realmente no juegan un papel importante. En todo caso, sería preferible que no exista aislamiento entre el coche y el suelo para que este no quede cargado, tras caerle el rayo. Desmitificamos que lo que nos salvan son las ruedas de goma. Lo que ocurre es que la carrocería metálica se comporta como una jaula de Faraday, un característica física en la que en el interior el campo electromagnético es nulo y por lo tanto no pueden producirse descargas (como ensayo casero, envuelvan una radio en papel aluminio y verán como enmudece por no poder recibir las ondas, o fijense como pierden señal del celular en un ascensor). En el auto, la energía del rayo correrá por el exterior del coche y el interior estará seguro. Eso sí, no esperen back to te future!
La prueba de la supervivencia
Richard Hammond, conductor del programa británico de automovilismo Top Gear, se animó a permanecer dentro de un Volskwagen Golf mientras era sometido a una descarga de 800 mil voltios en una central eléctrica.
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