Ya van dos décadas desde que el sello del cardón comenzó a estamparse en prendas, bolsos y objetos que, más allá de tener su acento vernáculo e ir al rescate de las costumbres argentinas, no deja de aggiornarse. Un nuevo paso basado en ese concepto se dio ayer con la apertura de su segundo local sobre la Avenida Alvear, al 1750, toda una casona con el glamour distintivo de la marca: 350 metros donde se puede adquirir cualquiera de las propuestas para mujeres, hombres, gurises y la colección más exclusiva de artículos de alta gama bautizada como Cardón Alvear, con algodones impecables, sacos y pantalones en lana súper 120’s, gemelos de plata y asta y exquisitos diseños. Para hacer aún más especial este rincón del local, se presentó una línea de mobiliario especialmente pensada para exhibir este nicho de producto. Por supuesto, con una gran convocatoria y el marco óptimo que le da su nuevo edificio –construido en 1924 por el arquitecto Alejandro Bustillo–, los responsables de Cardón abrieron orgullosos las puertas: el interior está ambientado con sillones de cuero y arañas tradicionales de hierro forjado combinadas con cuero crudo y cuenta con sectores especiales para atender mejor a los deseos de cada cliente. Inclusive, hay una mini bar con café y dulces regionales, para sentirse a gusto.
