Sinceramente creo nadie, ni siquiera el más experto de los conductores, está a salvo de participar de un siniestro vial, ya sea producido por él mismo o como consecuencia de la acción de un tercero. Pero reiteramos la postura de llamar siniestro y no accidente a una colisión de vehículos en la que (como en la extensa mayoría de los casos) el detonante es el factor humano.
Sin embargo, la falta gravísima en la que incurre el boxeador «La Hiena» Barrios luego de protagonizar un impactante choque con su camioneta en la ciudad de Mar del Plata, es huir. Más allá de que falte dilucidar su estado (se sometió a la extracción de dos muestras de sangre y una de orina, que serán analizadas) cuando produjo el primero de una serie de siniestros, que tomó como víctima fatal a una joven embarazada, la conducta más reprochable es abandonar a las personas heridas, generando aún mayor inseguridad ya que escapó de contramano.
Según explicó el abogado defensor, «la imputación es por homicidio culposo agravado en concurso ideal con lesiones culposas agravadas por la pluralidad de víctimas. El delito es totalmente excarcelable». Vera agregó que el boxeador «no vio que el auto que él embistió chocó a las mujeres». Por su parte, el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, opinó que lo más importante ahora es determinar si había ingerido alcohol en una cantidad superior a la permitida y si circulaba con exceso de velocidad ya que, de ser así, podría agravarse su imputación a la de «homicidio con dolo eventual».
Moralmente es injustificable abandonar el lugar del siniestro, a pesar de que uno esté seguro que sólo se hayan generado daños mécanicos. Haberse detenido y ofrecer la ayuda pertinente, hubiese podido beneficiarlo en la próxima etapa judicial. Pero a mi entender, es lo que lo diferencia entre una persona que tubo una conducta equivocada con consecuencias lamentablemente mortales y un delincuente.