Por Franco Misitrano *
Desde hace cinco meses son aproximadamente 100.000 pasajeros de transporte público y 50.000 vehículos particulares los que vieron modificada su realidad de tránsito debido a la implementación del Metrobus en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires . Este sistema de carriles exclusivos para colectivos emplazado sobre la avenida Juan B. Justo, entre Liniers y Pacífico, ha tenido gran aprobación de los sectores especializados en tránsito y algunas críticas que giran en torno a cuestiones ambientales.
Jota Leonetti, periodista especializado en tránsito y director de www.controldetransito.com.ar, destacó que es una buena forma para fomentar los servicios que ofrece el estado en materia de transporte. “Mi opinión sobre el tema es muy buena. Se privilegia el transporte publico”, expresó. “Obvio, que el metrobus no es la solución a todo, pero ayuda. Lo que seria preciso es reestructurar toda la red y sistema de colectivos.”, explicó Leonetti, quien además es miembro fundador de la Asociación de Periodistas de Tránsito y Transporte de la Argentina (APTTA).
Daniel Roggiano, también miembro de la APTTA y director de www.radiodetransito.com.ar, realizó un balance sobre los efectos del Metrobus para los pasajeros: “en líneas generales el efecto es el siguiente: los pasajeros están más que contentos porque bajaron notáblemente el tiempo de viaje de un extremo a otro”, el periodísta también se refirió a las respuestas de automovilistas y vecinos a la iniciativa: “los automovilistas tienen un amor odio, por un lado hay horarios y días en que Juan B. Justo se complica para autos particulares, pero por otro lado hay tramos de buena circulación, con asfalto mejorado y una buena frecuencia de semáforos; y los vecinos no están tan contentos porque perdieron lugares para estacionar y encima en muchas calles transversales tampoco pueden estacionar porque hay bicisendas.”
Desde la Subsecretaría de Transporte del Gobierno de la Ciudad explican que “el Metrobus beneficia a las casi 100.000 personas que circulan por la Avenida Juan B. Justo diariamente en transporte público, reduciendo su tiempo de viaje en más de un 40 por ciento, ganando 44 minutos por día (ida y vuelta) y 7 día por año”, según manifestó Miguel Bomchil, encargado del Plan de Movilidad Sustentable. El funcionario agregó que “mientras la distribución de pasajeros es 2/3 en transporte público y 1/3 en auto, la distribución de calzada resultante del Metrobus será de 2/3 para autos y 1/3 para transporte público.”
Las 21 estaciones de Metrobus ocupan 12,5 km que son recorridos por las líneas 34 y 166, y en el carril central también circulan y utilizan las estaciones, según el tramo, las líneas 109, 110, 53, 172 y 99. Un chofer de la linea 166 confesó que el recorrido entre Pacifico y Liniers tarda “35 minutos, aunque Macri diga que son 32” y además contó que los carriles exclusivos les hacen poder mantener la frecuencia de dos minutos y medio.
Los tiempos del recorrido no son lo único con lo que está en deuda el Plan de Movilidad Sustentable, también tiene una deuda en cuanto a la cantidad de unidades para completar el servicio y de esta manera poder llegar a los 2 minutos de frecuencia entre colectivos que se estiman para el funcionamiento ideal.
En ese sentido, el proyecto de la Subsecretaría de Transporte planteó un refuerzo de las líneas que circulan por el Metrobus, a través de colectivos con fuelle que permiten transportar el doble de pasajeros. El servicio comenzó con 12 buses especiales y se previa que a fines de junio serían 20, sin embargo a principios de noviembre solo se cuenta con 17 (10 en la línea 166 y 7 en la línea 34).
Las cuestiones ambientales son uno de los más importantes cuestionamientos al nuevo sistema de transporte porteño. Los comentarios se los llevaron principalmente dos temas: posibilidad de inundaciones debido al Arroyo Maldonado que corre bajo el servicio y la no aplicación de colectivos híbridos, más amigables con el medio ambiente.
Una de las críticas más importantes al proyecto tiene que ver con que “Juan B. Justo no es “cualquier” avenida: por abajo corre un arroyo. Siempre habrá riesgo de que se inunde, porque nadie tiene en su mano el poder para “controlar” a la naturaleza”, como explica David Iud, Abogado, Ingeniero Químico y docente de Derecho Ambiental, en una nota publicada por la Agencia Paco Urondo poco antes de la inauguración el 31 de mayo del corriente.
Interrogado sobre este tema, la respuesta de Bomchil fue que esta cuestión “se tuvo en cuenta y por eso se realizó la obra a la par de la obra del entubamiento del Arroyo Maldonado en Juan B. Justo. Esta obra ya terminó y la zona no se tendría que inundar más.”
La obra referida incluyó la construcción de dos canales aliviadores con un diámetro de 6.9 metros y, cada uno de ellos, con una capacidad de transporte de agua superior a la del canal original, por lo que una vez concluida la obra el volumen de agua a transportar se duplicaría (la construcción del segundo túnel todavía está en proceso en el cruce de Juan B. Justo con las calles Cucha Cucha y Honorio Pueyrredón). Lo cierto es que hubo lluvia, el 25 de julio una tormenta azotó la ciudad causando destrozos y en esa oportunidad Juan B. Justo no se inundó.
Otro de las planteos que quedan en el tintero para el Plan de Movilidad Sustentable es la implementación de buses híbridos (con un motor eléctrico y otro a diésel), como los que se utilizan en el Transantiago de Santiago de Chile (servicio equivalente al Metrobus en la capital chilena), éstos reducen en un 80 por ciento las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), 90 por ciento la contaminación por material particulado, un 35 por ciento las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y disminuye a cero el ruido durante las partidas y paradas.
Jota Leonetti, se manifestó sobre el tema enfatizando en que “quizás como pendientes queda que las unidades podrían haber sido híbridas para ser mas amigables con el ambiente”. Por su parte Roggiano acordó en que “todo lo que reduzca contaminación siempre suma. Sería bueno que en una segunda etapa se pase el híbrido.” Sin embargo, desde la Subsecretaría de Transporte de la Ciudad afirman que “por el momento” no se harán experiencias con esa tecnología, se seguirán utilizando los colectivos de las líneas 166 y 34.
“Respecto a las críticas o propuestas de opositores que indicaban que la opción para Juan B. Justo era un tranvía. Avanzar en este sentido hubiera significado desconocer la realidad del transporte en el corredor y en la Ciudad y afectar a cientos de puestos de trabajo sin mejorar la oferta para los pasajeros”, afirmó Bomchil y agregó que “Metrobus es la opción más eficiente en términos sociales, ambientales y económicos e irá evolucionando en sus recorridos, incorporando tecnología y buscando su propia identificación”
Si bien todavía no existen estadísticas precisas sobre la participación del Metrobus en choques (ni la Agencia Nacional de Seguridad Vial, ni la ONG Luchemos por la Vida pudieron proporcionar datos), en los periódicos se lo ha vinculado al menos en dos coliciones, con un saldo de un herido en cada ocasión. Leonetti comentó al respecto que “los siniestros que yo he registrado fueron por imprudencias y sobre todo infracciones de los particulares invadiendo los carriles exclusivos”.
Construir el Metrobus costó 10 veces menos que construir un subterráneo, y su implementación fue mucho más rápida que la de los trenes bajo tierra, que sin duda son una de las deudas de la administración de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires. El proyecto demandó un costo de 100 millones de pesos y desde la Subsecretaría de Transporte afirman que “la implementación del Metrobus en Buenos Aires es un acontecimiento excepcional a nivel mundial, ya que se implementó el Metrobus (en inglés el sistema se llama Bus Rapid Transit) sobre la base de un sistema de transporte en colectivos con una estructura muy consolidada.”
“El Metrobus fue un éxito y es por ello que a lo largo de los próximos 4 años de gestión se irán agregando nuevos Metrobus en grandes avenidas de la ciudad.” aseguró el representante del Plan de Movilidad Sustentable al ser consultado sobre el futuro del proyecto: “Hay muchas opciones que se están evaluando detalladamente ya que la implementación de un sistema como este es muy complejo. Seguramente el próximo Metrobus que se haga será en la zona sur de la Ciudad.”, concluyó el funcionario.
Todo parece indicar que el Metrobus ha comenzado un camino que continuará el tiempo, su funcionamiento en estos primeros cinco meses ha dejado conformes a los especialistas en tránsito y el trabajo complementario de obras para el Arroyo Maldonado fue clave para que el funcionamiento sea correcto. Queda mucho trabajo por realizar para el Plan de Movilidad Sustentable que tendrá que tomar las críticas y conducir una reestructuración de la red de transporte público de la Ciudad aplicando nuevas tecnologías para preservar el medio ambiente.
* Estudiante de Cs. de la Comunicación en la UBA