Según informó el diario zonal Democracia, al menos 17 personas fallecieron este año en el tramo Junín-San Andrés de Giles de la Ruta Nacional 7. Más allá de el proyecto de autovía avanza, lo hace muy lentamente, y vecinos de Junín y Chacabuco comenzaron a movilizarse en reclamo de mejoras viales y más seguridad vial en esta carretera, considerada por su alta tasa de siniestralidad la segunda más peligrosa del país.
Como respuesta la Agencia Nacional de Seguridad Vial ha desplegado controles con radares móviles para desestimular los excesos de veocidad.