Ésta es una carta de lectores del diario La Nación, publicada el 17/06.
Señor Director:
«En la tarde del 4/6, volvía manejando desde mi trabajo a mi casa, en Ingeniero Maschwitz, por la Panamericana, como todos los días desde hace más de cuatro años.
«Unos kilómetros antes del Unicenter me vi sorprendida por un pedazo de metal que, por no esquivarlo para no causar un accidente mayor, se me incrustó en la parte delantera y rompió radiador, cristales y correa, entre otras cosas. Llamé inmediatamente al ACA, porque no tenía a mano el número de asistencia de la autopista, y a pesar de que ellos se comunicaron varias veces, la autopista tardó casi una hora en sacarme de allí. Imaginen la situación; sólo agradecía no haber llevado ese día al jardín a mi hijita de 2 años.
«La asistencia de la autopista reconoció que tenía algo incrustado en mi auto y lo sacaron sorprendidos. Pero después telefónicamente se me informó que Autopistas del Sol no tiene nada que ver con objetos perdidos que pueden causar accidentes.
«¿Cómo se supone que deba encontrar al camión que tiene una barra de metal menos en su carga? ¿No deberían ellos sacar los objetos que puedan causar accidentes a los que pagamos el peaje religiosamente todos los días? Mejor no sacar la cuenta; seguramente puedo comprarme un auto nuevo con lo que llevo invertido. Pero el auto, ¿quién me lo repara?»
María Inés Cercone
DNI 22.964.449
Desde hace tiempo se está planteando que los accidentes de tránsito, como tales, no existen y que son producto de una causalidad y no de la casualidad. Esto es muy claro hasta en el más mínimo roce de dos vehículos, cuando en el análisis posterior se deduce que uno o ambos conductores se distrajeron o por algún motivo -también analisable- perdieron el control del vehículo. Pero qué pasa cuando no existe un tercero, o en realidad no se lo puede ver: un perro que se cruza, un pedazo de metal tirado en la calzada, un trozo de madera que vuela y nos impacta. Aquí tampoco existe la casualidad. Hay jurisprudencia que señala que las autopistas concesionadas son responsables, se circule por una traza con peaje (como la Panamericana) o gratuita (como la Av.General Paz). Les recomiendo leer el fallo de la Cámara Civil de octubre de 2006 «Gregoris, Luis c/Autopistas del Sol S.A. y otro s/daños y perjuicios»; y también el fallo «Conti, María Elvira c/Autopistas del Sol S.A. y otro s/daños y perjuicios» de febrero de este año.