La semana comenzó con paro y amenazas por parte del Sindicato de Camioneros, en la rama distribuidores de aguas y gaseosas. El conflicto, los nuevos horarios de carga y descarga en el microcentro que quiere establecer el gobierno de Macri. El mismo lunes el gobierno porteño cedió y abrió un impás de 7 días hábiles. Se cumplen el miércoles próximo, pero ya Pablo Moyano (hijo de Hugo y jefe de los camioneros) ya adelantó que los camiones repartidores no ingresarán a la capital el lunes. Se suman a la medida de fuerza la rama lácteos y mete miedo un posible desabastecimiento o un piquete camionero en los accesos. El problema se ha vuelto decididamente político. La medida venía con la anuencia de la Fadeeac (las empresas distribuidoras), pero el gran impedimento para una resolución lo ponen los súpermercados chinos. Los cientos de comercios no quieren recibir mercaderia por la noche por temor a los robos y tampoco quieren abrir antes de las 8 de la mañana, hora en la que los camiones deberían emprender el regreso para abandonar definitivamente la conflictiva Zona 1 del centro porteño (área comprendida entre Avenida del Libertador, Avenida 9 de julio, Avenida Belgrano, Avenida Paseo Colón y Avenida Leandro N. Alem) antes de las 09:30. ¿Macri con kimono?