>Distintos canales de noticias -impulsados por los pedidos oportunistas de algunos intendentes- pusieron en discusión la poca efectividad que tuvo el guarraid de la Panamericana ramal Pilar para contener al Peugeot 504 que en la tarde del domingo»saltó» por encima de la baranda metálica, pasándose a la mano contraria e impactando contra una camioneta.
Hernán De Jorge, jefe de Seguridad Vial de CESVI, señaló que el sistema de contención Flex bean, conocido como guarraid o guardrail, sirve para encausar al vehículo nuevamente la traza, absorbiendo gran parte de la energía dada su flexibilidad, pero con un ángulo de impacto de hasta 20°. Las primeras imágenes dan cuenta que el coche siniestrado no circulaba por el carril rápido, sino que lo hacía por el segundo o tercer carril y por eso el ángulo de impacto está por encima de los 45°. De esa manera, el flex bean le sirvió de «rampa» para cruzar al otro lado. De haber contado ese sector de la traza con una divisoria rígida tipo New Jersey los resultados no hubiesen variado mucho, porque no se hallaron en el lugar marcas de derrape, con lo que sin necesariamente estar con exceso legal (la máxima es 130 km/h) la velocidad de impacto debió rondar los 100 km/h, con lo que un muro de hormigón tampoco lo hubiese detenido.
A pesar de que hubiese podido estar en excelentes condiciones mecánicas, el coche no contaba con el certificado obligatorio para circular que es la VTV. La falencia mayor es la falta de control: efectivos de la ANSV y Gendarmería en patrulleros y motos nuevos sólo hacen trabajo presencial sin detención de ningún vehículo. Pero más allá de eso, en este caso en particular, debido a las características físicas de la colisión (la camioneta circulando a más de 100 km/h y sin poder reducir la velocidad, impacta de lleno el lateral derecho del Peugeot), de todos modos el coche se hubiese partido al medio. Esto tuvo que ver con el diseño vetusto (el modelo debió ser ´82 u ´83) que no cuenta con barrera laterales de protección ni una deformación programada, sumado a la corrosión de la carrocería que la volvió aún más débil.
En Francia, por ejemplo, los coches con más de 20 años de antigüedad tienen prohibido circular por las autopistas y deben utilizar caminos alternativos. Claro, aquí la colectora de tierra, casi no puede llamarse camino.