Ayer estaba viajando en el tren Mitre y la publicidad sobre el servicio a Rosario me hizo recordar que una amiga quería viajar a la ciudad de la Bandera. Incrédulo, pensé que un viaje en tren podía ser no sólo más entretenido (recordé mis viajes de chico a Miramar llevando sólo una mochila y la bici, mientras que mis papás se bancaban el garrón de la vieja ruta 2) sino además mucho más rápido que cubrir el trayecto en micro. El servicio tarda 6 horas y cuarto para hacer sólo 300 kilómetros. Pero la mayor bronca me la agarré cuando la señorita que me atendió amablemente en el 0-800 de TBA me aseguró que el cómodo horario de partida del tren desde Retiro era a las 14:30 y no a las puntuales 18:43 cómo figuraba en el cartel que estaba frente a mis ojos en el mismísimo vagón del Mitre. Los horarios habían cambiado hace ya dos meses y nadie se molestó en reemplazar o quitar la publicidad.
TBA: Despreocupados hasta para vender pasajes
Qué lindo que sería poder hacer turismo en tren. Lástima que de ser así, las concesionarias deberían molestarse en querer vender pasajes.