En pleno operativo de rescate de los lesionados luego del choque de una formación del tren Sarmiento, las ambulancias del SAME debieron desviarse hasta 7 cuadras para llegar a la estación 11 de Septiembre porque persiste cerrada la calle Bartolomé Mitre en las inmediaciones a la estación luego del trágico incendio del boliche Cromagnon el 30 de diciembre de 2004.
Funcionarios del gobierno de la Ciudad intentaron en plena emergencia correr las vallas que cierran al tránsito la cuadra del 3000 de una de las arterias laterales a la estación de tren, pero se encontraron con que no sólo eran vallas para correr, sino que el «Santuario» de las víctimas de Cromagnon ha crecido con construcciones de hormigón y cemento, lo que hizo imposible una rápida remoción.
Mantener bloqueada una calle, no le da más o menos respeto a las casi 200 víctimas fatales de aquel accidente. Desde la ONG «Que no se repita» de familiares de Cromagnon, ya lo entendieron. De seguro, aquellas pocas familias que insisten con tomar una parte de la Ciudad con su dolor, sabrán comprender más que nadie lo que es esperar una ambulancia.