Las fotomultas son un sistema utilizado a nivel global para documentar de forma inmediata una infracción. Y por mi parte está muy bien su utilización en tránsito. Aunque se las relacione en primer término con un fin recaudador, lo que están persiguiendo es que, mediante una presión económica dado que la moral ya no interesa, se cumpla la ley. Si hay infracción, no hay abuso.
Por su parte, las organización de vecinos Defendamos Buenos Aires y Malditos Parquímetros, proponen aplicar las fotomultas al control de la gestión del Gobierno de Mauricio Macri, la Policía Federal, la Policía Metropolitana, la Guardia Urbana, la Legislatura, etc. Ambas agrupaciones ya han presentado más de 100 reclamos de vecinos a partir de denuncias documentadas con imágenes: saqueo de adoquines, trapitos cobran hasta $ 50 por cuidar el auto, superposición de señales de estacionamiento, obras inconclusas en la calle Reconquista, robo de portones de los lagos de Palermo, arboldado público, combis ilegales en Tribunales, etc.
De esta manera, invitan a los vecinos a agregar en sus blog y facebook, fotos de alguna anormalidad descubierta en la vía pública. Los reclamos serán revisados y los importantes serán elevados ante el área gubernamental competente. Una de las primeras «fotomultas vecinales» que se presentarán ante el gobierno, son las imágenes que muestran como una cuadrilla de obras, luego de reparar una vereda en el barrio de Belgrano, procedió a vaciar el concreto en la calle, tapando sumideros , lo que podría generar inundaciones en la cuadra.