Era 1996 y el intendente peronista Jorge Dominguez se ganaba el mote de «Topadora» por comandar el mismo las moles amarillas y derribar las precarias casillas en la Villa 31. Esta madrugada Macri ha vuelto a poner a la «topadora» como protagonistas en una jugada política muy arriesgada, dándole la primera intervención importante a la nueva policía porteña en un desalojo de puesteros en Liniers.
La Policía Metropolitana expulsó por la fuerza y arrasó varios puestos comerciales instalados sobre la avenida Rivadavia al 11.600, de espaldas a las vías de la línea Sarmiento de trenes, a la altura de la estación Liniers. Los policías con palos cargaron contra un grupo de puesteros decididos a resistir el desalojo agrupándose en el lugar y encendiendo fogatas en plena avenida en medida de protesta. Algunos arrojaron piedras a los uniformados. Hubo al menos dos detenidos. Luego, las topadoras trabajaron en la demolición de los locales comerciales.