La suba supera el 16% para la Au.Illia y la bajada de Alberti de la Au.25 de Mayo, mientras que en los peajes de Dellepiane y de Perito Moreno llega al 12.5%. Desde el gobierno porteño indican que prefieren hacer un estos incrementos graduales para que luego no exista una suba anual cercana al 30%, como la que se estableció apenas en octubre pasado y que según indican ahora, ayuda sólo emparejar las tarifas con las subas de costos ya absorbidas.
No soy matemático, pero con la excusa de «disminuir el impacto que produce en los usuarios la aplicación de un aumento por año» no me dan las cuentas. Para el bolsillo del usuario es más económico una sóla suba anual que un incremento escalonado.
A saber, los $0.75 centavos de aumento de hora pico de Au.25 de Mayo con dos viajes diarios en días hábiles por 7 meses que van del 1° de marzo al 1° de octubre (cuando se cumpla el último tarifazo del 28%), serán un gasto adicional de $231. Y esto teniendo en cuanta que no haya más «aumentitos» intermedios.
Por otra parte, no es grato el nuevo punto de vista sobre la tarifa diferencial por franja horaria, ahora resulta que se mantiene «un menor precio de peaje fuera de los horarios pico de ingreso y egreso a la ciudad«. En todo caso, lo que se mantiene es la política de una tarifa más cara de 7 a 10 sentido centro y de 17 a 20 sentido provincia, o no se acuerdan que la excusa de aquel aumento era desalentar el ingreso de vehículos al centro. Y la pregunta del millón (o del 5% excesivo) porqué en la Au.Illia la suba porcentual es mayor fuera de la hora pico.
Una buena (hay una) es que aquellos que utilicen AUPASS seguirán teniendo un descuento del 10%, pueden calcularle en Au.25 de Mayo uno ahorro mensual de $14.74 (porque redondean 0.005 para arriba, pillos).
Sin embargo, me resulta un poco injusto viéndolo desde lado de aquel que va con el cash día a día frente a quien puede financiar su cruce por el peaje con un pago mensual.
En definitiva, está muy bien el planteo empresarial de que el objetivo de la «readecuación del cuadro tarifario» es mantener un nivel adecuado de mantenimiento y ejecución de obras, pero deberían comprender que las autopistas son como un servicio público, dependiente del ejecutivo porteño, que en tal caso estaría bárbaro que primero resuelva políticamente con Nación la continuidad de la extensión de Au.Illia hasta Cantilo que está parada por un alambrado.
