Se acaba de conocer la participación del boxeador «Hiena» Barrios en un nuevo siniestro vial. Si bien todavía no están claras las circunstancias de este nuevo hecho ocurrido en la localidad de Rincón de Milberg en Tigre, ya ha explotado mediaticamente la opinión de la gente de que es criminal de que este hombre, que protagonizó hace pocos meses un atropello seguido de muerte con posterior fuga del lugar en la ciudad de Mar del Plata, continúe conduciendo.
Lo cierto es que la Ley Nacional de Tránsito no obliga en ningún momento a la quita de registro ante un siniestro de tales características. La leyes no son malas, en todo caso, la justicia es inoperante porque sí el juez de Dolores que entiende en aquella causa podría haber quitado preventivamente la licencia al imputado mientras continúa el procesamiento, pero no lo hizo.
Hace pocos días un jóven familiar de una víctima de atropello en la localidad de neuquina de Plottier inició una protesta frente al Congreso. Finalmente él junto a diversas ONG como las «Madres del Dolor» se reunieron con la senadora Nancy Parrilli (FPV-Nqn), quien se comprometió a elevar un proyecto para modificar la ley nacional de tránsito y que esta obligue el sentido común que algunos magistrados parecen carecer. Uno de las modificaciones consistiría justamente en la quita inmediata preventiva de registro ante un atropello seguido de muerte hasta tanto se dictaminen las causas del siniestro, otro de los cambios tendría que ver con tomar la fuga o abandono de persona como agravante al mismo tiempo que se elevarían las penas, y por último no permitir a jueces dictar probation, resolución a la que se llega en el 70% de los casos y que no registra antecedente penal.
La ley no le prohibía conducir, la justicia no lo detuvo, de todos modos la Hiena había prometido no manejar más, pero lo hizo y otra vez participó de un siniestro. La condena social ya es unánime.