El 23 de marzo se conmemora en todo el mundo el Día de la Rehabilitación. Las personas con capacidades diferentes tienen la necesidad y el derecho de acceder a un tratamiento adecuado para que puedan alcanzar el mayor potencial psicológico, social, físico, laboral y educacional compatible con sus limitaciones. El Transporte es fundamental para ello.
Existen unos 2500 transportistas, que con sus vehículos especialmente adaptados, llevan principalmente a niños y jóvenes con discapacidad a refugios de día, escuelas y centros de rehabilitación. Estos traslados son facturados por los pequeños transportistas (usualmente propietarios y choferes de una única combi) a las obras sociales y prepagas. Pero el tercer contratista es el Estado, a través de la Agencia Nacional de Discapacidad, por aquellos que son beneficiarios del plan «Incluir Salud«, que no cuentan con cobertura médica.
Desde enero que los miembros de la Asociación de Transportistas de Discapacitados (ATAECADIS), cuando la Agencia Nacional ordenó traspasar la cobertura de las prestaciones a las provincias, ha dejado de trasladar a 12 mil perdonas con discapacidad. A la deuda que mantiene el organismo nacional desde octubre del año pasado, se suma que no han acordado con autoridades provinciales los costos y condiciones de transporte.
Tenemos una tarifa congelada desde octubre de 2017 a $16,47 por kilómetro, cuando el combustible subió en ese tiempo de 18 a casi 50 pesos. Carlos Scipione, transportista independiente de discapacitados
¿Por qué parecen micros escolares?
Los transportes para personas discapacitadas suelen ser combis que sufren muchas adaptaciones para poder llevar a sus pasajeros. Normalmente los choferes llevan a los mismos pasajeros por años y «tunean» sus vehículos a las necesidades de ellos: algunos deben diseñar sujeciones especiales para tanques de oxígeno, sillas de ruedas y andadores.
Si bien en 2017 el Ministerio de Transporte sacó una reglamentación a través de la CNRT para la habilitación de este tipo de transporte especial, los mismos transportistas señalan que es imposible cumplir con todos los requisitos y que casi ninguno de ellos puede homologar sus combis.
Prácticamente sólo los modelos Sprinter de Mercedes-Benz cumplen con la cantidad interminable de requisitos para la habilitación nacional. Pero sólo los modelos más nuevos que tienen limitada la velocidad de fábrica. Son vehículos de 3 millones de pesos y estamos peleando porque el Estado nos pague los viajes realizados hace 6 meses.
Es por esto que la mayoría de las combis están pintadas de naranja y llevan la leyenda «Escolares», porque es la manera que hace años encontraron de contar con habilitaciones municipales. Aunque luego, una vez al año, se ven obligados a reinstalar butacas y volver al aspecto original, para poder pasar la VTV, que está en la órbita de otra dependencia.
