En el marco de la inauguración de las nuevas instalaciones del Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos que tiene Aerolíneas Argentinas en el Aeropuerto de Ezeiza, conversamos con la presidente del Grupo, Isela Costantini, quien mantiene una relación algo tensa con algunas áreas de Gobierno.
A inicios de mayo fue la propia Costantini la que dió a conocer mediante la “carta de Isela“ un muy fuerte recorte del subsidio estatal a 270 millones de dólares anuales, cuando el déficit programado que calculaba la ex CEO de General Motors, superaba los 400 millones. Aquella jugada en la que como una inocente misiva interna (?) que solicitaba el apoyo de los trabajadores a su gestión, se convirtió en un llamado de atención a los mismos gobernantes que la habían convocado para que la línea aérea estatal despegue.
Tras la inauguración formal del Mock-Up, una maqueta de un avión en tamaño real destinado a la capacitación del personal, Isela Costantini reconoció que la situación del país es la que está demandando que el Gobierno reduzca subsidios, pero señaló Aerolíneas es una empresa que puede generar más ingresos y es la obligación de su gestión hacerlo.
El mismo Centro de Entrenamiento tiene que ver con ello, porque al centralizar el training de 5.000 empleados entre pilotos, tripulantes de cabina y personal de tráfico, según señaló Pablo Fernández Fayolla, director del centro de entrenamiento, se generará un ahorro anual de más de 40 millones de dólares. Pero, además, se calcula que habrá 120 horas mensuales disponibles para alquilar las instalaciones y brindar servicios de capacitación a otras aerolíneas, generando nuevos ingresos.
También Isela aseguró que han sido mucho más agresivos en el aspecto comercial, como con los nuevos acuerdos con tarjetas de créditos, la anulación de contratos poco convenientes (se volvió a trabajar con Manuel Tienda Leon en los transfer Aeroparque-Ezeiza, ya que presentó mejor oferta que la camporista ArBus) y en la renegociación de tasas de intereses muy altas que se estaban pagando.
Respecto a la operatoria, durante el primer semestre, Aerolíneas creció 11% en pasajeros transportados, un 4% en frecuencias y según confirmó Costantini, se redujeron las pérdidas en varios vuelos internacionales, incluso algunos comenzaron a tener una rentabilidad positiva, aunque confió que es constante el análisis de todas las rutas.
La mujer de Aerolíneas se muestra decidida en reconvertir a la aerolínea en una empresa autosustentable, aunque los números manden y quizás antes de fin de año, tenga que negociar una ampliación del recortado subsidio, pero presentando varios galones de su gestión.