Los famosos cartoncitos que supieron reemplazar a los cospeles para cruzar los molinetes bajo tierra, comienzan a decir adiós. Desde el lunes 2 de mayo ya no se comercializarán más en las boleterías del subte, ni en las expendedoras automáticas que había en algunas estaciones del Premetro.
Hasta el 31/05 se podrán seguir utilizando para viajar, pero desde junio quedarán sólo para los coleccionistas que husmean en Mercado Libre buscando una serie limitada de cuando llevaban impresas publicidades o beneficios (para ir al cine más barato, por ejemplo).
SBASE, la empresa estatal encargada del subterráneo porteño, no ha informado la posibilidad de canjear viajes con Subtepass por crédito en la tarjeta SUBE. Tampoco se ha comunicado si habrá algún sistema alternativo de pago a las tarjetas SUBE y Monedero (que tiene la ventaja de la recarga automática vinculada a una tarjeta de débito o crédito), para aquellos ocasionales pasajeros, los que olviden su tarjeta, o para los millones de turistas que visitan la Capital de todos los Argentinos.Esto teniendo en cuenta que la tarjeta SUBE no se vende actualmente en las boleterías. El costo oficial de la SUBE es de $25, según se informa ww.sube.gob.ar, pero en cercanías a las terminales de Retiro y Constitución, los kiosqueros que las venden le gana $5, $10 y hasta llegan a cobrarla el doble, además de una comisión por cada carga.
Hasta hace poco, los
Subtepass servían para guarecerse, al menos por un tiempo, de los aumentos, ya que como valían un viaje, se podían comprar al precio anterior a la suba y hacer un pequeño stock. Hace pocas semanas subieron 100% los boletos de colectivos y trenes. Y ya está convocada para el 6 de mayo la audiencia pública (es no vinculante, así que por más quejas y reclamos, habrá otro tarifazo) para incrementar la tarifa del Subte un 66%, llevándola de $4,50 a $7,50 por viaje, mientas que la tarifa social sería de $4. Afortunadamente, continuarán los descuentos para los que más viajan. Así, entre el viaje 21 y el 30 en el mismo mes, se pagará $6; del 31 al 40, serán $5,25; y del viaje 41 en adelante, el costo será de $4,50. Al mes siguiente, los primeros 20 viajes volverán a la tarifa base de $7,50.
Según SBASE, «
la actualización responde a la variación de la tarifa técnica y a la necesidad de equiparar los valores de los diferentes medios de transporte«. Excusa confusa porque Gobierno Nacional y Porteño siguen sin ponerse de acuerdo -y eso que ahora son el mismo partido- en un valor único para viajar, rumbo a una tarifa plana multimodal, que hasta ahora parece ser otra promesa más de campaña de
Guillo Dietrich (bueno, en realidad
lo aseguró en la mesa de Mirtha Legrand ya siendo Ministro de Transporte de la Nación). Este sistema de cobro que integra una verdadera red de transporte con subterráneo, colectivos, metrobus y trenes, ya está presente, por ejemplo, en Santiago de Chile con el
Transantiago desde hace casi 10 años! Allí con al tarjeta
BIP! (con la misma tecnología que la SUBE de aquí) se pueden realizar hasta dos transbordos sin costo adicional en el lapso de 2 horas, desde el inicio de la primera etapa del viaje. Si bien los colectivos tienen tarifa plana, el Metro cuenta con tarifas diferenciadas según la hora. Por ejemplo la Hora Pico es de 7 a 9 a la mañana y de 20 a 21 al regreso, pero si el viaje inicia antes, pagas menos aunque sigas viajando y combinando durante las horas más caras. Y pese a que digan que el transporte público es caro en Chile (o quizás es barato y malo aquí), también allá existe la tarifa social para estudiantes y jubilados, que es de sólo $210. Aquí el ejemplo gráfico del mayor costo para moverse en Santiago:
