El pasaje de subte sube un 125%, pero lo cierto es que en 10 años el precio estuvo prácticamente estancado con sólo un 57% de aumento, frente a los incrementos en la nafta súper (360%), la leche (496%), e incluso los salarios (según el Indec, un 398%). Fue una decisión política del estado nacional de no afectar el bolsillo particular, y así surgieron los controvertidos subsidios, más de 720 millones de pesos anuales en el caso del subte. Lo importante a destacar es que el subsidio sólo reemplazaba el no ingreso por boleto, y con él se pagan el 90% de los sueldos de los trabajadores de Metrovías, la concesionaria del servicio desde 1994.
Luego del traspaso de la red de subtes y el premetro de Nación a Ciudad, aún durante 2012 el gobierno nacional (es decir un jujeño de Tilcara o un patagónico de Pico Truncado) estará colaborando con el 50% del subsidio que venía aportando. Y la administración porteña evidentemente decidió pasar el costo de la mitad restante directamente al usuario: es decir, quien lo usa, lo paga.
Paralelamente se encuentra el Plan de Inversión (renovación de vías, reemplazo de sistema de señales, nuevos coches, sistema de cámaras de seguridad), del cual también debía hacerse cargo hasta ahora el estado nacional, pero que desde 2002 está suspendido por la declarada Emergencia Ferroviaria promulgada por Eduardo Duhalde. Y en un tercer lugar está la extensión de la red, a cargo de la empresa estatal porteña Subterraneos de Buenos Aires (SBASE), que ha construido con fondos propios de la Ciudad las nuevas estaciones de las líneas A y B, la reciente línea H de la cual en las próximas semanas iniciará las obras de ampliación por debajo de Pueyrredón hacia la Facultad de Derecho. En el caso de la extensión que se está haciendo de la línea E, está a cargo del gobierno nacional, ya que era un pendiente del pliego de licitación.
Lo importante es que en este caso, como en el que pueden suceder en el futuro con trenes y colectivos, que también están fuertemente subsidiados por el Estado y por eso son baratos, es que cuando se blanquee la tarifa al usuario, la descompresión de las arcas del estado (nacional o porteño) sirvan para realizar inversiones y mejorar los servicios.
¿Cúanto sale afuera?
El ticket en el Underground de Londres está dividido según zonas y el sistema de pago, con tarjeta electrónica baja hasta un 50% y existe incluso una diferencia más, fuera de las horas pico (de 6:30 a 9:30 y de 16 a 19 hs). El precio normal es 4,30 libras (hasta la tercera sección), o sea U$S 6,70 dólares.
El Metro de Paris tiene un precio único de 1,70 euros por viaje, aproximadamente U$S 2,20, salvo que se adquiera un paquete de 10 pases que tiene un 25% de descuento. Si se elige un pase diario el costo es de 9,75 euros, pero hay un 50% de descuento para los niños de hasta 12 años.
En el cercano caso de Chile, en hora pico (de 7 a 9 y de 18 a 20 hs) la tarifa es de 640 pesos chilenos, o sea U$S 1,25 dólares, pero se puede combinar con hasta dos viajes en colectivo que se realicen dentro de las dos horas de haber pasado por primera vez la tarjeta electrónica tipo SUBE chilena.
Hasta ahora el costo del boleto de Subte con acceso a toda la red era de $1,10, lo que se traduce en menos de U$S 0,25 centavos de dólar. Con la nueva tarifa no alcanza los U$S 0,60 centavos de dólar.
Ahora si la comparación en dólares les parece odiosa, tanto en Londres, en Paris, como en Santiago de Chile casi con la misma plata que usás para viajar te comprás al paso una latita de gaseosa. En Buenos Aires tenés para casi tres viajes en subte antes de refrescarte.