Los trabajadores del subte saben estar siempre preparados para sumarse en forma solidaria a alguna manifestación y no es extraño que una suspensión imprevista del servicio se inicie por una mínima discusión en los talleres o en respuesta a la sanción de algún trabajador por una mala labor. Pero esta vez es la justicia porteña, la que avanza en el procesamiento de uno de los gremialistas más conocidos del subte, por daño agravado, lesiones leves y coacción. Néstor Segovia es acusado de rociar con un aerosol la cara de un conductor de subterráneos para evitar ser filmado y amenazar con apuñalar a una empleada, durante una protesta gremial en 2007. Por esto, los metrodelegados anunciaron que se encuentran en estado de asamblea permanente y que no descartan medidas de fuerza para defender a un compañero. Siempre listos. Ojalá no tomen nuevamente de rehenes a los miles de usuarios que viajan bajo tierra.