Primero asusta, después uno lo piensa y es justo… pero sigue asustando!
En conferencia de prensa en Casa Rosada, el ministro Julio De Vido sorprendió con el anuncio de la quita del 100% de subsidio a distintas áreas, entre ellas a la explotación de hidrocarburos (o sea naftas), entidades financieras, bancos, seguros, telefonía móvil, aeropuertos y puertos, casinos y loterías (desconocía que la timba recibía guita del Estado). Pero además, confirmó que la Nación traspasará el control de los subtes y el premetro a la Ciudad de Buenos Aires, algo previsto por ley desde 1994.
¡Y hay cosas que están bien! ¿Por qué un jujeño va a tener que pagar la mitad del servicio que usan los porteños? Lo que hace Nación es desprenderse no sólo de un problema económico, sino del costo político de una futura suba de boletos. Porque hay que reconocer que el subte tiene un precio muy barato comparado con el servicio del Metro de otros países (siempre en relación a la compra de otros productos, por ejemplo una latita de Coca). Incluso más que lo que el usuario está dejando en cada pasada de molinete, se precisa en subsidio para que el sistema funcione, se estima $1,6 por boleto aproximadamente. Todos las grandes redes de transporte público urbano son subsidiadas en el mundo, es una obligación de los Estados (nacionales, provinciales o municipales) hacerse cargo de parte de los costos para que el que menos tiene tenga acceso y la posibilidad de trasladarse. Lo que ocurrió en Argentina es que para «detener» la inflación, se incrementaron los subsidios en demasía. ¿Es preciso un sinceramiento? Yo creo que sí, sin dudas. Haría más transparente las concesiones. Las mismas empresas que prestan los servicios de transporte -ya sea subte, tren o colectivos- dicen preferir tener la mayor parte de ingresos por boletos y no depender de los subsidios para pagar los sueldos. El caso de los trenes es también clarísimo: el recorrido mínimo tiene un precio de $0.80 centavos y el más extenso alcanza $1.40 (¿qué otra cosa se puede comprar por un peso?!!!), pero el costo del boleto con una quita 100% del subsidio habría que multiplicarlo por tres. Viajar en subte hoy debería salir cerca de $2,7, y el costo del tren estaría en los $4 pesos. Obviamente, algo impracticable por el disparo inflacionario que sería en todas las economías familiares… ah, ¿vos nos viajás en tren? quizás la señora que hace la limpieza en tu casa sí y en vez de gastar $2.80 diarios (sin contar que podría precisar tomar también un colectivo) va a necesitar $8, o sea que precisará un aumento mensual de $115. Así, se entiende que los subsidios, bien manejados, son necesarios.
El ministro De Vido dejó entrever un viejo plan que tienen desde que se comenzó a implementar (lento, lento) la tarjeta SUBE, que es derivar los subsidios a los transportes hacia los pasajeros, aprovechando que los plásticos son nominados. De esa manera, cuando el beneficiario de un plan pasara su tarjeta por la lectora del tren, subte o colectivo, se debitaría un importe diferencial a la nueva tarifa establecida no subsidiada. Pero imagínense lo que podría llegar a ser el mercado negro de plásticos, y luego incluso el reconteo del monto a subsidiar desde el Estado a la empresa. Por esto, ya desde hace tiempo los concesionarios de trenes apuestan por una tarifa plana, como la que hay en el subte, sin importar las distancias recorridas. ¿Por qué podría ser socialmente más justa (además de hacer los números más claros)? Porque, si el costo del boleto de tren fuese $1 (o 2 pesos) para todo el recorrido, para todas las líneas, aquel que se toma el tren Mitre en la estación Belgrano (hoy, $0.80) con un poder adquisitivo promedio más alto, podría «subsidiar» parte del boleto del que toma el mismo tren en San Fernando, quizás en una situación económica más apretada. Todas estas serán discusiones a futuro, y no muy lejano porque apenas en Marzo habrá nuevas paritarias de los trabajadores ferroviarios y las empresas precisarán de mayor subsidio o mayor boleto.
Con respecto al traspaso del Subte, también están las formas: habría dado mayor tranquilidad, en vez de que el ministro sorprenda con una citación al Gobierno porteño para este viernes, que se hubiese coordinado una comunicación en conjunto entre los dos estados y la empresa. Así, parece un «mirá, a pesar de que extendimos la línea E perdimos en Capital, así que hacete cargo vos de bancar el subte»
Pero, más allá de que el sinceramiento de subsidios y tarifas (aunque desde el gobierno nacional nieguen que vayan a modificarse) es preciso, la incertidumbre acerca de las reacciones y especulaciones es lo que me da temor: más de uno llenará el tanque por las dudas, y ahora hasta saldrá a comprar cartoncitos Subtepass a granel.