Ayer en el regreso por casi dos horas estuvo interrumpido el servicio de la línea E de subtes y del Premetro. Si bien existía una amenaza de paro latente por el procesamiento de la justica del metrodelegado Néstor Segovia, acusado de daños, lesiones y coacción, la suspensión del servicio se debió a una nueva pelea interna entre los metrodelegados y los delegados de la UTA (los únicos con representación gremial). Este conflicto es permanente en el detrás de los andenes, talleres y hasta el Ministerio de Trabajo, pero esta vez su pelea volvió a tomar a los pasajeros como rehenes. Lo que desata el conflicto, increíblemente es que en el Ministerio de Trabajo los delegados de UTA acordaron en paritarias con la empresa un incremento transitorio no remunerativo del 20% en sus salarios retroactivo a marzo hasta agosto, cuando las partes retomarán las negociaciones colectivas para definir los aumentos definitivos.
