Si bien es cierto que se duplicó el uso de trenes y colectivos desde la primera semana de Cuarentena a esta parte, también es claro que se han habilitado muchísimas actividades desde ese inicio tan estricto.
Exigen que el Transporte Público sólo debe llevar pasajeros de actividades esenciales, pero eso es realmente difícil de controlar, sobre todo en la «hora pico» de la mañana, que se ha adelantado y se da entre las 5:30 y las 7 AM.
La cantidad de viajes se controla a través de la tarjeta SUBE. Un método efectivo para los colectivos, pero que no refleja el real movimiento del Tren Sarmiento, donde gran parte del pasaje ingresa al anden sin pagar. 
Se está moviendo apenas un 27% del caudal de pasajeros habitual fuera de la Cuarentena. De 4,24 millones de viajes normales (no pasajeros) se redujo a 1,15 de traslados.
La discusión política se centra en el cruce interjurisdiccional, pero según la información del Ministerio de Transporte, apenas son 150 mil viajes, lo que representa un 13% del total.
En cambio, sólo en territorio bonaerense, sin ingresar a la capital se desarrolla el 68% de los traslados en tren y colectivos, que en el último mes se incrementó en 60 mil viajes, alcanzando los 785 mil movimientos diarios.
Entonces ¿En qué parte del AMBA es preciso intensificar los controles?
